Práctica Social y Salud

Los odontólogos y su salud mental

16 de febrero de 2019 - redactado por Miguel Ángel Ignacio Cubero



Hace un par de años, la publicación Mental Health Daily daba a conocer las profesiones con mayor tasa de suicidio y, contrariamente a lo que podría pensarse, las tasas más elevadas corresponden a los profesionales de la salud. Los profesionales de la odontología ocupan el segundo puesto.

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La vida profesional de los odontólogos se encuentra sometida a muchos estresores que los hacen más propensos al desarrollo de trastornos del estado de ánimo y de ansiedad, así como a las patologías médicas que estos conllevan.

El estrés en el contexto del odontólogo

Estudiar una carrera universitaria no es barato pero, en el caso de la Odontología, se convierte en un lujo por el coste de los materiales que necesitan los estudiantes.

Una vez superada la carrera, llegan las especializaciones. Los cursos de postgrado alcanzan precios muy altos, por lo que aumentan sus horas de trabajo, en detrimento de su vida familiar, social, de pareja u ocio. No llegan a desconectar del trabajo porque, además, suelen hacerlos los fines de semana.

Los nuevos modelos de clínicas dentales, que abaratan costes a costa del salario de los profesionales o de los materiales que usan, han llevado a que su poder adquisitivo se reduzca. Es otra de las razones por las que aumentan sus horas de trabajo y dedicación.

Hay que tener en cuenta que la odontología es una profesión que necesita que el profesional se mantenga actualizado constantemente, asumiendo los gastos de cursos, materiales y viajes.

Por otra parte, también está el trato con los clientes/pacientes, generando en muchas oportunidades: conflictos, exigencias, problemas con los pagos o tratamientos que fracasan.

La psicología: falta de herramientas

Dentro de este contexto, van a ser más vulnerables aquellos profesionales que no dispongan de las herramientas necesarias para hacer frente al estrés laboral, el trabajo en equipo y la relación con los pacientes.

Son muchos los profesionales que "se llevan el paciente a casa" (no literalmente, por supuesto) y que siguen dándole vueltas a los tratamientos cuando ya han salido del trabajo. Estas personas no llegan a desconectar su profesión, colaborando en ello el hecho de que amigos, familiares y conocidos acuden a ellos con sus dudas a cualquier hora y cualquier día.

Algo que caracteriza a los odontólogos es su perfeccionismo en el trabajo. Así, el excesivo celo para realizar los trabajos correctamente y evitar problemas aumenta la presión que ejercen sobre ellos mismos.

La falta de habilidades sociales para relacionarse con compañeros de trabajo y con los propios pacientes va a convertirse también en un estresor.

Juntando todos estos factores, lo que nos encontramos es, que la vida fuera del trabajo de los odontólogos es casi inexistente y, teniendo en cuenta que usan un lenguaje que se escapa al ser humano normal (repleto de tecnicismos) (entiéndase la ironía), una comunicación con la familia o la pareja que les sirva de vía de escape o desahogo de lo que ocurre en el trabajo se hace complicada. Ello ayuda a que se "traguen" sus problemas y no busquen ayuda cuando están saturados.

Pero, quizás, todavía no entiendas del todo cómo pueden llegar a desarrollar psicopatologías. Para ello, piensa que son personas y que lo que importa no es el dinero que ganen, que tengan trabajo o que tengan; lo que importa es cómo evalúan la situación por la que están pasando.

Consejos para mejorar tu estrés en la consulta odontológica

Si sientes que la situación te supera, te notas triste, irascible, con cambios de humor, unos sencillos consejos:

  • Reduce tus horas de trabajo, porque nada es tan importante como tu bienestar y tu salud y porque la jornada laboral no debe sobrepasar las 8 horas diarias.
  • Realiza ejercicio, come sano, descansa y organiza tus horas de ocio.
  • Si este año no puedes hacer el curso, piensa que el año que viene volverán a convocarlo.
  • Sé consciente de que sabes lo que haces, tienes el control y, si algo sale mal, tienes las herramientas para solucionarlo.
  • Deja de ser odontólogo cuando te quites tu ropa de trabajo. Evita que te molesten con preguntas, dudas, etc. Tú pones los límites.
  • Busca ayuda y aprende las herramientas para relacionarte de forma efectiva con tu trabajo, tus compañeros y con los pacientes.
Fuente: Diario 16
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