En un principio el Homo floresiensis (hombre de flores), apodado coloquialmente como Hobbit, se conocía como una especie extinta del género Homo que habitó hace 12.000 años en la Isla Indonesia de Flores. Descrito en 2004, es extraordinario por el pequeño tamaño de su cuerpo de apenas 1 metro de estatura, y 25 kg de peso, su cerebro de menos de 400 cc.
Sin embargo, Investigadores del Museo Nacional de Naturaleza y Ciencia de Japón han determinado, mediante análisis dentales, que el Homo floresiensis no pertenecía a la misma especie que los humanos modernos.
El estudio titulado Unique Dental Morphology of Homo floresiensis and Its Evolutionary Implications , publicado en Plos One, describe el primer análisis exhaustivo de los restos óseos de nueve esqueletos, con 18.000 años de antigüedad, encontrados en la Isla de Flores, en Indonesia.
Basándose en comparaciones extensivas usando un análisis métrico lineal, análisis del contorno de las coronas y otras comparaciones morfológicas, se logró reportar que los restos dentales de multiples individuos indican que el H. floresiensis tenía caninos y premolares primitivos además de morfología de los molares avanzada, una combinación de dientes desconocida en cualquier otra especie de hominin.
Las muestras dentales disponibles del H. floresiensis de las que actualmente se disponen para su estudio, comprenden un maxilar con dentadura casi completa, dos mandíbulas con dentaduras casi completas y cuatro dientes aislados. Todos estos especímenes se encuentran en el Centro Nacional de Investigación y Desarrollo de Arqueología, Jakarta.
Los fósiles, de apariencia humana y tamaño infantil, comenzaron a ser conocidos en la comunidad científica como los restos de «Hobbits», porque pertenecían a individuos de estaturas pequeñas (0,90 metros) y fueron considerados primos extinguidos de nuestra especie.
En un primer momento se especuló sobre la posibilidad de que fuesen humanos modernos con microcefalia y cierto grado de retraso mental, pero, ahora, tras examinar 40 dientes de estos individuos y compararlos con 490 piezas de seres humanos modernos, los científicos rechazan la idea de que pertenezcan a nuestra misma especie y sugieren que se trata de un humanoide derivado de Homo Erectus, que fue de menor tamaño debido a que habitaba en una isla con recursos limitados.