Recibir el diagnóstico de padecer de cáncer es más que suficiente para que en un alto porcentaje de los casos el paciente se sumerja en un estado depresivo, en el cual con frecuencia descuida la higiene general, incluyendo la oral, situación que complica el tratamiento del paciente.
Los pacientes que serán sometidos a tratamientos de quimio y radioterapia deben ser evaluados por un profesional de la salud oral, quien, junto a su oncólogo, debe darle seguimiento antes, durante y después del tratamiento médico.
Es fundamental la eliminación de todo foco infeccioso de la cavidad oral y brindarle las condiciones óptimas para una sana alimentación.
Entre las lesiones más comunes de la cavidad oral y que deben ser tratadas están la caries dental con o sin involucración pulpar, enfermedad periodontal, lesiones de mucosas, prótesis mal adaptadas.
Debe realizarse un plan de tratamiento realista, que mejore la calidad de vida del paciente, que estabilice su salud oral y tome en cuenta el diagnóstico y pronóstico de la enfermedad.
Si esto se logra, se reduce considerablemente el riesgo de que aparezcan efectos secundarios de origen oral, así como secuelas sistémicas. El paciente será el más beneficiado y el tratamiento contra el cáncer será mucho más efectivo.
Están íntimamente ligadas a la radio y quimioterapia:
- Xerostomía (ausencia de saliva).
- Molestia y dolor en la mucosa oral.
- Aumento de las probabilidades de padecer caries y enfermedad periodontal.
- Alteración en el sentido del gusto.
El apoyo emocional que reciba el paciente le ayudará en la efectividad de su tratamiento. Necesitará ayuda en el cuidado de su salud oral, en su rutina de higiene diaria, así como en la ingesta de una dieta saludable y rica en vitaminas.
Actualmente existen productos farmacéuticos y medicamentos que ayudan a disminuir estas molestias, así como la formación de placa bacteriana y combaten la resequedad oral. El mejor aliado para la recuperación del paciente es sentirse querido y mimado por sus seres queridos.
Cáncer oral
El consumo de tabaco y de alcohol son hábitos que aumentan la posibilidad de que se produzca un cáncer oral. Si éstos se consumen conjuntamente, la posibilidad es mucho mayor que si se consumen de forma independiente.
La exposición excesiva a los rayos del sol es un factor de riesgo para el cáncer de labios.