Odontología General

Muestras de contaminación humana en dientes de hace 400.000 años

25 de junio de 2015 - redactado por Robert Preidt


Israel Hershkovitz

El sarro de unos dientes humanos de 400,000 años de antigüedad revela la evidencia más temprana de contaminación del aire producida por los humanos, según un estudio reciente.

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El sarro de los dientes encontrados en la Cueva Qesem cerca de Tel Aviv, en Israel, contiene posibles irritantes respiratorios, que incluyen rastros de carbón, posiblemente de fuegos bajo techo usados para asar carne.

La contaminación del aire podría haber planteado una amenaza de salud para esos antiguos humanos, señalaron los autores del estudio.

El sarro también muestra evidencias de plantas que podrían haber sido parte de la dieta, y de fibras que quizá se hayan usado para limpiar los dientes, o que eran restos de materiales crudos.

"Nunca antes se había estudiado el cálculo dental de dientes humanos tan antiguos, y teníamos pocas expectativas debido a la antigüedad de la placa", dijo el coautor del estudio, Avi Gopher, profesor del departamento de arqueología y civilizaciones del Cercano Oriente de la Universidad de Tel Aviv.

"Pero nuestros colaboradores internacionales, usando una combinación de métodos, encontraron muchos materiales contenidos dentro del cálculo. Debido a que la cueva estuvo sellada durante 200,000 años, todo, incluyendo los dientes y sus cálculos, se conservó extremadamente bien", añadió Gopher en un comunicado de prensa de American Friends of Tel Aviv University.

El estudio aparece en la edición del 18 de junio de la revista Quaternary International.

Esta es la primera evidencia de que las primeras barbacoas de interiores del mundo tuvieron consecuencias relacionadas con la salud, dijo Ran Barkai, coautor del estudio.

"Las personas que vivían en Qesem no solo disfrutaban de los beneficios del fuego, asando su carne bajo techo, sino que también tuvieron que hallar una forma de controlar el fuego, de convivir con él", dijo Barkai en el comunicado de prensa.

"Este es uno de los primeros casos, si no el primero, de contaminación producida por el hombre en el planeta", añadió. "Vivo cerca de plantas eléctricas y de fábricas químicas. Por un lado dependemos de la tecnología, por el otro inhalamos sus contaminantes. El progreso tiene un precio, y encontramos la posible primera evidencia de ese hecho en la Cueva de Qesem hace 400,000 años".

Fuente: Health Day
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