Las mujeres senegalesas han optado por tatuar de negro sus encías para lucir una bonita sonrisa. Aseguran que sus antepasados ya lo hacían y que, además de mejorar su sonrisa, garantiza la salud de las encías y evita el mal aliento. La sustancia inyectada es una mezcla de aceite quemado y manteca de karité (nueces cosechadas en Africa).
Este tratamiento se ha hecho conocido internacionalmente cuando se publicó el vídeo de Marieme, una mujer senegalesa, soportando el dolor de las agujas en sus encías. Ella asegura que se había obsesionado con lograr una sonrisa perfecta.
La joven reconoce que el tratamiento es muy doloroso y que no lo recomendaría. De hecho, solo puede hacerse el tratamiento en cuatro de los siete dientes que tenía previsto. No obstante, y a pesar del dolor, la joven dice que merece la pena por una sonrisa bella. "Una sonrisa agradable atrae a los hombres".
El tatuador asegura que en Senegal este tratamiento se ha estado practicando entre hombres y mujeres desde hace mucho tiempo.