Odontología General

Terceros molares: Extraer... o no extraer

19 de diciembre de 2011 - redactado por DientesPerfectos.es


Revista Española de Cirugía Oral y Maxilofacial

Las cordales, también conocidas como terceros molares o muelas del juicio, son famosas por las complicaciones que representan en cuanto a dolor, infección, inflamación y otras cuantas pesadillas; malestares que afectan tanto porque en general, las mandíbulas son muy pequeñas para alojar esas cuatro muelas adicionales.

Bertha Alarcón, una reconocida odontóloga, reconoce que esas muelas fueron muy importantes hace millones de años, ya que las personas ingerían alimentos crudos y ellas eran indispensables para masticar y desgarrar ese tipo de comida, pero que actualmente implican más daños que beneficios.

Extraer

Para emitir un diagnóstico certero, se requiere una evaluación minuciosa del espacio disponible en la parte posterior de la mandíbula, de esa manera se podrá saber si las muelas del juicio tendrán un acomodo correcto.

Extraer esas piezas resulta mejor cuando el paciente es joven, ya que las raíces aún no se han formado completamente y el hueso no es tan duro como en las personas adultas; se indica la extracción cuando se presentan cuadros de dolor, inflamación facial, infección e inflamación de encías y formación de abscesos.

No extraer

En algunos casos, una cordal puede ser de gran ayuda cuando se ha perdido el segundo molar, puesto que en este caso se puede correr y ocupar su lugar con un tratamiento de ortodoncia adecuado; también puede servir como sostén de puentes fijos o removibles.

«Siempre que exista espacio suficiente para el crecimiento de las cordales y su limpieza sea posible sin dificultad, éstas pueden permanecer sin ningún problema» explica la doctora Alarcón.

Fuente: DientesPerfectos.es