Operatoria y Estética

El futuro de las restauraciones dentales, Vidrio Bioactivo

28 de diciembre de 2015 - redactado por Odontoespacio


Imagen referencial

La acción de masticar se realiza una media de 600.000 veces al año. Una acción que, a la largo tiempo origina un notable desgaste dental, a lo cual se le puede sumar la aparición de una lesiones cariosas, lo cual afirma que la visita regular al odontólogo es cada vez más necesaria con el pasar de los años.

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Además de ello se debe tener en cuenta que los materiales de restauración actualmente utilizados que permiten resultados más estéticos, como son el caso de las resinas compuestas, tienen una duración media de solo 6 años. Por lo cual se presenta la necesidad de lograr mejorar este tipo de materiales y que se pueda optimizar la salud dental de los pacientes. La respuesta a esta situación es simplemente mejorando la composición de las resinas utilizadas hoy en día.

Para ello un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Estatal de Oregón (EE.UU.), plantea el uso del vidrio bioactivo, como material que reduce la capacidad de la bacteria para atacar las resinas y que también, y muy probablemente, es capaz de proporcionar a los dientes los minerales perdidos por las caries.

Este material es un tipo de vidrio triturado capaz de interactuar con el organismo, y que ha sido utilizado durante décadas en la curación ósea. Un tipo de vidrio cuyo uso en odontología no está sino dando sus primeros pasos y que, como muestran los resultados, es muy prometedor para ser empleado en las restauraciones dentales.

Entre otros compuestos, el vidrio bioactivo incorpora óxido de silicio, óxido de calcio y óxido de fósforo, lo que le da un aspecto de vidrio en polvo. Un vidrio que es denominado bioactivo porque, contrariamente a como sucede con otros productos inertes, es reconocido por el organismo, por lo que puede interactuar con el mismo.

Se ha determinado que este material impiden la acción de las bacterias presentes en la cavidad bucal, limitando considerablemente la formación de caries secundarias entre la superficie de contacto del diente y el material restaurador, además de ello poseen un efecto antimicrobiano que se explica, cuando menos en parte, por sus iones calcio y fósforo, que además de resultar tóxicos para las bacterias de la cavidad bucal neutralizan la acidez del entorno.

Fuente: Odontoespacio
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