Ortopedia de los Maxilares

Implementan prótesis acrílica en recién nacidos para mejorar Fisura Labiopalatina

14 de febrero de 2017 - redactado por Àngels Gallardo


Equipo del Hospital del Vall d´Hebron

Los Cirujanos pediátricos del Hospital del Vall d´Hebron (Barcelona, España) especializados en la reparación maxilofacial han diseñado una aparatología oral de bajo costo, que permite reducir la antiestética y limitante malformación de la Fisura Labiopalatina.

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El equipo de cirujanos pediátricos del Vall d’Hebron aprendieron esta técnica de la Doctora Teresita Pannaci, de la Universidad Central de Venezuela, que, a su vez, se inició con el Doctor Barri Grasoy, de la Universidad de Nueva York. De momento, ningún otro hospital catalán, o del resto de España, han incorporado este procedimiento para reconstruir las deformidades a que da lugar una Fisura Labiopalatina.

La Fisura Labiopalatina impide que la cara del recién nacido se estructure de forma armónica. Los dos hemisferios del maxilar superior no se fusionan y la malformación va abriendo un espacio en el centro del labio superior y el paladar.

El procedimiento incorporado en la unidad de cirugía oral y maxilofacial pediátrica del Vall d’Hebron se inicia en la primera semana de vida del bebé sin que requiera su ingreso en quirófano. En la consulta ambulatoria del hospital, el cirujano coloca al niño cabeza abajo (para evitar que se atragante) y moldea en el paladar del pequeño una minúscula prótesis a la que da forma en aquel momento.

Se utiliza alginato para realizar la impresión de las estructuras orales y se procede a realizar una pieza de acrílico que colocan al bebé, la cual debe quedar sujeta las 24 horas del día, hasta que un mes más tarde la sustituyan por otra que se adaptará al crecimiento que haya experimentado el niño.

"Esta prótesis, que es una guía del crecimiento, va disminuyendo la deformidad desde la primera semana de vida, y cuando el bebé cumple medio año y le hacemos la primera intervención quirúrgica en el labio, el resultado es mucho más satisfactorio que el que se conseguía con las intervenciones convencionales", afirma Sierra. A los 12 meses, operan el paladar.

En ese momento, el aparatito acrílico (que se irá renovando hasta que el niño concluya el crecimiento), incorpora una especie de antenita de la que surge una bola que se inserta en una fosa nasal. Así se reconduce también el crecimiento de la nariz.

El tratamiento exige que el niño visite el hospital cada dos o tres semanas. Aun así, asegura el cirujano, el proceso resulta mucho más económico que las intervenciones, que se siguen realizando en el resto de hospitales.

Este recurso facilita que el resultado quirúrgico definitivo sea mucho más perfecto que los realizados sin que el niño utilice la prótesis. "Mejora el habla y mejora la estética. Al final, apenas se percibe que ha habido una malformación." asegura Sierra.

Fuente: El Periodico
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