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Importancia clínica de la halitosis, ¿Cómo identificarla?

4 de febrero de 2016 - redactado por Odontoespacio


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La halitosis es un signo clínico caracterizado por mal olor proveniente de la cavidad bucal. Generalmente está provocada por bacterias, y afecta al 25% de la población.

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Tiene una gran prevalencia en la población general. Se estima que más del 50 % de las personas la padecen en algún momento de su vida. Es muy frecuente presentar halitosis al despertar por la mañana, después de varias horas de sueño, cuando las estructuras de la boca han estado en reposo y la producción de saliva ha sido muy escasa. Es más frecuente en personas que superan los 50 años de edad.

Debemos tener presente que la halitosis puede ser indicativo de enfermedades subyacentes, tanto orales como sistémicas. Hasta en un 85% de los casos los factores causantes de la halitosis son: na higiene dental insuficiente, periodontitis o el recubrimiento de la lengua. Un 10% es provocado por trastornos endocrinológicos o nasofaríngeos mientras que el 5% restante es debido a trastornos gastrointestinales.

Por tanto, debemos clasificar los tipos de halitosis existentes para poder aplicar los tratamientos oportunos:

Halitosis genuina: El mal olor es percibido con intensidad más allá del nivel socialmente aceptable.

Halitosis temporal: Olor desagradable que aparece en las primeras horas de la mañana al despertar, sobretodo en personas con dificultad para la respiración nasal durante el sueño o cuando se duerme en ambientes cálidos y secos. También es considerada halitosis temporal aquella que se produce al tomar ciertos alimentos como el ajo, cebolla; beber alcohol o fumar.

Halitosis fisiológica: Mal olor que se emite de la cavidad oral por procesos de descomposición, no hay ninguna enfermedad específica o patología asociada. El origen es el dorso posterior y lateral de la lengua.

Halitosis patológica oral: Es causada por una enfermedad, una condición patológica o una mala función de los tejidos orales. Suele ser derivada del cubrimiento de la lengua, modificada por una condición patológica (enfermedad periodontal, xerostomía).

Halitosis patológica extraoral: Mal olor originado del área nasal, postnasal y/o región laríngea, del tracto pulmonar y del tracto digestivo superior. Mal olor originado por desórdenes en el organismo, el olor es llevado en la sangre y emitido por los pulmones (diabetes, cirrosis hepática).

Pseudohalitosis: Un mal olor que no se percibe por otros aunque el paciente se queja obstinadamente, la condición se mejora usando el apoyo de la educación al paciente, la explicación de los resultados del examen y las medidas de higiene oral simples.

Halitofobia: Después del tratamiento de una halitosis genuina el paciente insiste en creer que tiene halitosis, no hay evidencia ni física ni social que sugiera que la halitosis está presente pero el paciente sigue considerando que la padece. Normalmente esto es debido a un trastorno de ansiedad social y debe ser tratado por un psicólogo.

Para poder identificar los orígenes de la halitosis a la hora de aconsejar a los pacientes el mejor tratamiento se requiere de una amplia experiencia de exploración semiológica. Aun así las necesidades de tratamiento deben estar siempre enfocadas con un diagnóstico previo basado en la elaboración de una historia clínica, donde se puedan determinar antecedentes y posibles factores asociados.

Por lo cual es competencia del odontólogo o especialista tratante identificar evaluar este factor una vez que entra en contacto con su paciente, muchas veces es el mismo paciente que refiere esta condición, pero en ocasiones puede llegar a pasar desapercibido. Lo fundamental de esto, es no subestimar la presencia de este signo, ya que podemos como odontólogo ser la primera fuente de diagnóstico para identificar una patología de base, y logar así que sea tratada con tiempo, mejorando la calidad y expectativas de vida de nuestras pacientes.

Fuente: Odontoespacio
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