Shirley Anderson, un paciente que fue sometido a una agresiva cirugía en la cual se decidió realizar una mandibulectomía debido al desarrollo de un cáncer de lengua, dejó al hombre de 68 años de edad con un gran defecto en la región facial. Este caso, dio la oportunidad de poner en práctica los grandes avances en tecnología que se han desarrollado en la última década.
El Dr. Travis Bellicchi, residente del Segundo año del Fellow en Prótesis Maxilofacial, de Indiana University School of Dentistry, desarrolló a través de la impresión 3D, la prótesis más grande en la cual se ha trabajado en la institución. Normalmente se desarrollan prótesis de nariz y orejas, siendo este caso 4 a 5 veces más grande.
El Dr. Bellicchi indica que esta prótesis funciona como un puente entre la restauración dental y la facial, para pacientes oncológicos que han sido sometidos a cirugías o aquellos que han sufrido grandes traumas faciales de cualquier origen.
"Mi entrenamiento me permite desarrollar prótesis en casos en los que la cirugía reconstructiva es insuficiente para lograr un resultado estético y funcional", dice el Dr. Bellicchi. Esta prótesis se realiza con materiales convencionales biocompatibles, los cuales son fácilmente personalizables para semejarse lo más posible a los tejidos a reponer en cada caso individual.
El paciente fue diagnosticado primeramente con cáncer de lengua en el año 1997, por lo cual fue sometido a radioterapia, dando resultados favorables. Posterior a ello el cáncer reapareció en el año 2012, por lo cual fue sometido nuevamente y desarrolló una osteoradionecrosis en la mandíbula. Un equipo de cirujanos de cabeza y cuello trató de reconstruir su mandíbula con injerto autólogo de fíbula y barras de osteosíntesis, lo cual no funcionó.
Por lo cual el Dr. Bellicchi presentó una solución digital. Se completó un modelo e imagen digital facial del paciente, y se utilizó una impresora 3D para recuperar las zonas afectadas. El paciente experimentó un cambio drástico en su estilo de vida ya que respira a través de un traqueostómo y es alimentado por una sonda nasogástrica, espera que cada vez puedan desarrollarse prótesis más y más compatibles con la vida y le permitan llevar un estilo de vida normal.