La menopausia se puede definir como el cese permanente de la menstruación el cual presenta correlaciones fisiológicas, con la declinación de la secreción de estrógenos por pérdida de la función folicular. La edad normal del comienzo de la menopausia oscila entre los 45 y los 55 años. Este último sangrado es precedido por el climaterio, que es la fase de transición entre la etapa reproductiva y no reproductiva de la mujer. Este proceso se inicia varios años antes del último período, cuando el ciclo (o período menstrual) empieza a ser menos regular.
La disminución en los niveles de las hormonas estrógeno y progesterona causa cambios en su menstruación. Estas hormonas son importantes para mantener en buen estado de salud la vagina y el útero, lo mismo que para los ciclos menstruales normales y para un embarazo exitoso. El estrógeno también ayuda a la buena salud de los huesos y a que las mujeres mantengan un buen nivel de colesterol en la sangre.
La mayoría de las mujeres se centran en controlar los síntomas clásicos, como pueden ser los cambios de humor, los sofocos, la sudoración nocturna o el aumento de peso. Sin embargo, el descenso en la producción hormonal y el estado de la salud bucodental tienen una relación intrínseca, ya que pueden aparecer diversos trastornos irreversibles que afecten a las encías o al hueso que soporta la dentadura.
La menopausia provoca una mayor propensión a sufrir problemas bucodentales, ya que al reducirse los niveles de estrógenos hace que disminuya el efecto inflamatorio de esta hormona en la encía, y del mismo modo con la progesterona, que ocasiona una disminución de la densidad ósea de la mandíbula, por lo que pone en riesgo el sostén dental. Por esta misma razón, es necesario mantener unos bajos niveles de placa bacteriana con una correcta higiene oral a través del cepillado, el uso del hilo dental y los enjuagues. A pesar de todo, con el avance de la tecnología y la concienciación social, las mujeres pueden disponer de una dentadura sana hasta la vejez, pero siempre y cuando acudan con regularidad al odontólogo.
Durante el periodo de la menopausia pueden surgir diversos problemas bucales. Entre los efectos o las dolencias más frecuentes se encuentran:
La Gingivitis Descamativa: Se caracteriza por dejar la raíz del diente expuesta y provoca la sensibilidad ante agentes externos como las bebidas o la comida. Si no es tratada a tiempo, puede derivar en una grave periodontitis.
Sequedad bucal o Xerostomía: Durante este proceso hormonal, las glándulas salivales producen menos saliva, lo que deja de mantener los tejidos húmedos y por ende provoca dificultades a la hora de percibir el sabor y deglutir.
Síndrome del ardor bucal: Este síntoma es uno de los problemas más comunes que se caracteriza por un fuerte ardor y sensación de quemazón o picor.
Adelgazamiento de la mucosa bucal: ya que Como consecuencia de la reducción de hormonas, se vuelven más endebles y su papel protector se debilita.
Caries radiculares: Al quedar expuesta la raíz dental en la presencia de xerostomía, las probabilidades de que surjan caries de origen radicular aumentan y por tanto ocasionar la pérdida de piezas dentales.
Como consecuencia de la perdida hormonal de la progesterona, aparece la osteoporosis y diversos estudios demuestran que hay una relación directa entre las enfermedades periodontales y dicha patología
Los tratamientos para estas condiciones consisten principalmente en regular los niveles hormonales y en conseguir el calcio necesario para fortalecer los huesos, como por ejemplo la terapia hormonal sustitutiva o los suplementos vitamínicos.
En cualquier caso, es necesario, y más en la menopausia que en cualquier otra etapa de la vida, asistir al odontólogo como mínimo dos veces al año para que sea un experto quien haga una revisión del estado bucodental y pueda localizar a tiempo los posibles inconvenientes bucales derivados de la menopausia.