Aunque en la última década diversas opciones de materiales restauradores han sido desarrolladas, la amalgama continua siendo usada como material de restauración dental en niños en muchos países. Sin embargo, la seguridad de este material, continua siendo una controversia entre los expertos, debido a ser asociada al desarrollo de distintos desordenes sistémicos. Un estudio realizado en Corea del Sur, recientemente provee de evidencia de que la exposición a la amalgama puede afectar las concentraciones sistémicas de mercurio en niños.
Con la finalidad de evaluar la exposición crónica al mercurio, investigadores de Kyungpook National University, en Korea del Sur, evaluaron la concentración de mercurio presente en muestras de orina de más de 1000 niños, entre los 8-11 años, a quienes también se les realizó una evaluación intrabucal.
Los investigadores encontraron que niños con más de una restauración dental realizada con amalgama, presentaron mayor concentración de mercurio en la orina, que aquellos que no presentaban restauraciones de este material. Los investigadores concluyeron que las amalgamas dentales pueden afectar las concentraciones sistémicas de mercurio en los niños.
Numerosos estudios han indicado que la exposición al mercurio puede llegar a interferir en el desarrollo temprano del cerebro. El mercurio ha sido también asociado con efectos adversos de salud, relacionados al sistema digestivo e inmunitario, así como afectaciones en órganos como pulmones, riñones, piel y ojos. Sin embargo, en Asia y en otros países de Sur América se continúan realizando restauraciones con amalgamas en prácticas privadas y escuelas de odontología.
Este estudio titulado, "Dental amalgam exposure can elevate urinary mercury concentrations in children", fue publicado en febrero en el International Dental Journal.