Las imágenes tridimensionales obtenidas con nuevas técnicas de radiología dental permiten un diagóstico más fiable y rápido. Martín Puente, profesor titular de Ortodoncia de la Universidad de Oviedo - España, ha explicado la aplicación de estos avances en la ortodoncia.
Para poder tratar a cualquier paciente de ortodoncia y ortopedia dentofacial o colaborar en la cirugía ortognática es imprescindible tener elementos de medición que permitan diagnosticar y predecir la evolución. El método diagnóstico utilizado tradicionalmente por los ortodoncistas para estos fines se basa en unos modelos de estudio de escayola, dos o tres radiografías (u ortopantomografías), una telerradiografía lateral de cráneo y una posteroanterior. Además, se suelen hacer unas fotografías faciales e intraorales.
"La limitación de la ortopantomografía radica en que es una técnica radiográfica que da una información bidimensional. Con ella es difícil medir el espacio maxilar y, por esta razón, es frecuente que se produzcan complicaciones como la sinusitis o las infecciones", según ha explicado Vicente Martínez de Vega, jefe de Diagnóstico por la Imagen del Hospital Quirón de Madrid y codirector del curso sobre radiología dental, celebrado en este centro, junto con Luis Carlos Hernández, profesor de la Universidad de Oviedo y coordinador del Centro de Diagnóstico Dental Ortoscan de Oviedo.
Martín Puente, estomatólogo y profesor titular de Ortodoncia de la Universidad de Oviedo, ha adelantado que están trabajando en una aplicación de la tomografía computarizada o de la tecnología de haz de electrones. "Con las imágenes tridimensionales que obtenemos podemos diagnosticar con más fiabilidad y sin la necesidad de hacer tantas pruebas radiográficas. En una sola toma podemos lograr todos los registros que necesitamos. Dependiendo de la calidad de la máquina y de la cantidad de sensores que tenga tardaremos entre tres segundos y un minuto".