Biología Molecular y Genética

El esmalte dental tuvo su origen en las escamas de los peces

2 de octubre de 2015 - redactado por Odontoespacio


Imagen Referencial - Organo del Esmalte

¿Cuándo empezó el esmalte que cubre los dientes evolucionar? ¿En qué parte de nuestro cuerpo apareció por primera vez este tejido? En la más reciente edición de Nature, International weekly journal of science, los investigadores de la Universidad de Uppsala en Suecia y el Instituto de Paleontología de Vertebrados y Paleoantropología (IVPP) en Beijing, China, combinaron los datos de dos campos de investigación muy diferentes Paleontología y genómica para llegar una clara pero inesperada respuesta a las preguntas realizadas anteriormente:

Espacio Publicitario

el esmalte se originó en la piel y colonizado los dientes mucho más tarde.

Para leer el abstract de esta investigación, ingresar Aquí

Se ha observado como en muchos fósiles de peces, y unos pocos de vida arcaicas como el Lepisosteus, de América del Norte, presentan sus escamas cubiertas con un tejido similar al del esmalte llamado "ganoine".

Para llegar a estas conclusiones, los científicos investigaron el genoma secuenciado del Catán Pinto, un pez primitivo de la clase de los actinopterigios (dotados de un esqueleto de espinas óseas). Los resultados sugieren que los genes de este pez ocupan un papel importante en la deposición de la ganoína. Además, el análisis genético demuestra la existencia de una relación entre la matriz de la ganoína y la del esmalte.

Alhberg ha añadido que « el esmalte es el último vestigio de un tejido que apareció por primera vez en las escamas de los primeros peces» y ha subrayado que el esmalte se originó en las escamas de peces extintos y primitivos para extenderse posteriormente a los huesos dérmicos y a los dientes.

Los investigadores han confirmado la presencia de proteínas (ameloblastina o amelogenina), propias del esmalte dental, en peces como el primitivo Celacanto de Comores («Latimeria chalumnae»).

Como ha declarado a la agencia Sinc, el paleontólogo de la Universidad de Uppsala Per Erik Ahlberg, «el origen del esmalte es un buen ejemplo de cómo la evolución consigue que un elemento que tenía una función particular (en este caso, proteger contra rasguños y picaduras), adquiera un papel totalmente distinto (hacer que los dientes estén más formados y sean más duros), y se vuelva tan importante que permanece incluso cuando la función original ha desaparecido».

Ahlberg está convencido de que estos análisis darán más información sobre los orígenes genéticos que los seres humanos comparten con otras especies de animales. «Además nos ayudarán a entender mejor la evolución de los vertebrados», concluye el científico.

Fuente: Uppsala University - ABC España
Espacio Publicitario